Representatividad femenina en Bahia

Blog
Banner - Representatividad femenina en Bahia
Larissa Luz. Salvador Bahia. Foto divulgação

Conoce a las 9 mujeres que cambiaron (y cambian) la historia de Bahia y de Salvador

En diferentes ámbitos, las mujeres tuvieron gran importancia, desde la Independencia de Bahia hasta la actualidad, en el judiciario, en la lucha feminista, en la música, en religión y mucho más

A griô Nancy Sousa, mais conhecida como Dona Cici. Foto Tércio Campelo. Heat Creative.

Si estás en Salvador, detente a mirar a su alrededor y observa la fuerte representatividad femenina en Bahia. Un ejemplo de ello son los terreiros de Candomblé, en los que las mujeres lograron ocupar espacios de liderazgo, en esa que es una religión jerárquica. Sin embargo, a lo largo de la historia, tenemos muchos otros ejemplos de mujeres que marcaron la diferencia en la construcción del estado y otras que continúan la lucha por sus ideales, cambiando su realidad e inspirando a otras mujeres.

Por ello, Visit Salvador da Bahia te va a echar una mano para que conozcas la historia de mujeres increíbles, las que son verdaderas inspiraciones de lucha y resistencia en la historia de Bahia y Salvador. Maria Quitéria, Joanna Angélica, Maria Felipa, Zeferina y las contemporáneas Carla Akotirene, Livia Vaz, Negra Jhô, Larissa luz y Egbomi Cici son iconos que necesitas y vas a conocer a partir de ahora.

Mujeres en la guerra

Para empezar, los tres íconos femeninos que tuvieron una gran participación en la lucha por la Independencia de Brasil en Bahia, en 1823 (sin olvidar aquí a otras que de alguna manera también lucharon): Maria Quitéria, Joana Angélica y Maria Felipa.

Lucha como una niña

Maria Quitéria de Jesus nació en Feira de Santana en 1792 y fue una combatiente bahiana de la Guerra de Independencia de Brasil en Bahia. En 1821 huyó de la hacienda donde vivía con su familia y, bajo la identidad masculina, se alistó en el Batallón de Voluntarios del Príncipe, también conocido como Batalhão dos Periquitos (Batallón de los Periquitos). Más tarde, el padre de Maria Quitéria buscó el batallón y le dijo que era mujer. Como ya era reconocida por sus esfuerzos, disciplina y facilidad con las armas, el mayor no permitió que la destituyeran del ejército.

Tras adoptar su verdadero nombre, Maria Quitéria cambió el uniforme masculino por faldas y accesorios. Su valentía al unirse a un medio masculino llamó la atención de otras mujeres, las que se unieron a las tropas y formaron un grupo liderado por Quitéria.

Sirvió en el regimiento de artillería y fue elevada a 1er cadete por el general Pedro Labatut. Después de la guerra, fue condecorada con la Orden Imperial del Crucero (Imperial Ordem do Cruzeiro) del Emperador Pedro I de Brasil, quien también le otorgó un sueldo vitalicio de alférez.

Es reconocida por ser la primera mujer en establecer una unidad militar de las Fuerzas Armadas Brasileñas. Maria Quitéria se convirtió en un símbolo de la emancipación femenina y un ejemplo para las mujeres de todo el país. Desde 1996 es la patrona del Cuadro Complementario de Oficiales del Ejército de Brasil.

Mártir en la lucha por la independencia

Joanna Angélica de Jesus nació el 12 de diciembre de 1761, hija de una familia de élite bahiana, y también fue mártir en la lucha por la independencia de Brasil en Bahia. Se destacó por su valentía al enfrentar las tropas portuguesas dispuestas a invadir el Convento da Lapa, que se encuentra en la Avenida Joanna Angélica, en el centro de la ciudad. A los 21 años, la joven ingresa en el Convento de Lapa y, en 1815, se hizo Abadesa, cargo religioso otorgado a la superiora de un monasterio de monjas.

En 1822, meses antes del grito de Ipiranga por la independencia de Brasil, la tensión entre portugueses y bahianos aumentó tras el ataque al Forte de São Pedro (Fuerte), donde se alojaban los combatientes soteropolitanos(de Salvador). En esa misma fecha, las tropas portuguesas se dirigieron hacia el Convento da Lapa en busca de combatientes bahianos y contaron con la resistencia de Joana Angélica, quien se colocó frente al Convento para intentar impedir la invasión.

A pesar de su acto de valentía, Joanna Angélica fue asesinada con un golpe de bayoneta por los portugueses, quienes poco después ingresaron al templo religioso. En 1922, el Instituto Geográfico e Histórico de Bahia celebró el primer Centenario del martirio de la Madre Joanna Angélica de Jesus. En 2001, el Convento da Lapa solicitó la inclusión de una investigación sobre los documentos comprobatorios del martirio de la Madre Joanna Angélica, para que fuera posible el proceso canónico de beatificación de la monja, pero el proceso todavía no se ha concluido.

La mariscadora que cambió la historia

Aún hablando de las heroínas que actuaron en la Independencia de Bahia, Maria Felipa de Oliveira nació en la Ilha de Itaparica (Isla), según una investigación, el 4 de julio de 1873. Sobre ella, lo poco que se sabe proviene de la tradición oral y, según informes, ella era mariscadora, pescadora y trabajadora brazal.

En la lucha por la independencia, Maria Felipa habría liderado un grupo de 200 personas, entre mujeres negras, indígenas tupinambás y tapuias, en las batallas contra los portugueses que atacaron la Isla de Itaparica, a partir de 1822. El grupo fue responsable de quemar numerosas embarcaciones portuguesas, reduciendo el poder colonizador a lo largo de la batalla.

Aunque después de la declaración de la independencia, ella continuó movilizando ese grupo, y hay relatos de que ella golpeó a un guardia portugués en un fuerte ubicado en Itaparica.

“Con eso, nos dimos cuenta de que, incluso después de la independencia de Brasil, las pautas que afectaron a la población negra aún estaban presentes e hicieron que mujeres como María Felipa se movilizaran en defensa de su pueblo”, lo destaca la historiadora y maestra en educación, Luana Soares.

Maria Quitéria, Joana Angélica y Maria Felipa fueron declaradas, el 26 de julio de 2018, Heroínas de la Patria Brasileña por la Ley Federal nº 13.697, teniendo sus nombres inscritos en el “Libro de los Héroes y Heroínas de la Patria”(Livro dos Heróis e Heroínas da Pátria), el que se encuentra en el “Panteão da Pátria e da Liberdade Tancredo Neves” (Panteón de la Patria y Libertad Tancredo Neves), ubicado en Brasilia, Distrito Federal.

Zeferina y su Quilombo

Otra líder femenina digna de mención es Zeferina, una esclava que vivió en Salvador en el siglo XIX. De origen angoleño, en la primera mitad del siglo XIX, la trajeron de niña a Brasil en brazos de su madre Amália, directamente a Salvador.

Esclava y con personalidad transgresora, sufrió las atrocidades que la esclavitud le impuso y salió en una lucha por la libertad, siendo acogida por otros quilombolas que ya vivían en la región. Fue entonces cuando Zeferina fundó Quilombo do Urubu – hoy correspondiente a la zona del barrio Pirajá y Parque São Bartolomeu, en Salvador – y se convirtió en un importante personaje de las insurrecciones negras en Bahia en el siglo XIX.

Valiente, ella organizó indígenas, esclavos huidos y liberados que querían la liberación de todos los negros de la provincia de Salvador. El 17 de diciembre de 1826, utilizando solo arco y flecha, Zeferina lideró a la población local en un levantamiento contra el ataque de tropas policiales al quilombo, que tenía una fuerte vinculación con el Candomblé, siendo la persecución religiosa una de las posibles razones para potenciar el atacar el local.

Zeferina lideró a 50 hombres y algunas mujeres contra más de 200 hombres con armas de fuego y caballos, quienes, al final, lograron detener a un solo hombre y una mujer, la propia Zeferina. El título de “reina” le fue otorgado por el presidente provincial, máxima autoridad de la época en Bahia, luego de su arresto. Zeferina no regresó al Quilombo do Urubu. Las condiciones de su muerte nunca fueron debidamente aclaradas y no se informó la ubicación de sus restos mortales.

“Zeferina es una referencia de resistencia. Ella tomó una decisión por su pueblo, luchó y dejó un legado a seguir, pero cabe resaltar que Zeferina no actuó sola y toda la comunidad la siguió en la lucha. La lucha es siempre colectiva ”, lo destaca Silvia Maria Barbosa Silva, investigadora y coordinadora general de la Asociación de Mujeres Negras – Quilombo Zeferina, ubicada en el barrio Pirajá.

Heroína moderna

Carla Akotirene. Salvador da Bahia. Foto divulgacao

Pero se equivoca quien cree que en la actualidad no tenemos nuestras heroínas. La investigadora Carla Adriana da Silva Santos, Carla Akotirene, es una de ellas. Es autora de la obra literaria “O que é interseccionalidade?” (¿Qué es la interseccionalidad?) y “Ó Pa Í, Prezada!” (Mira eso querida), ambas editadas por la colección Feminismos Plurales, idealizados por la filósofa Djamila Ribeiro. Desde su infancia en el barrio Caixa D’água, aquí en Salvador, nunca pensó que se convertiría en una intelectual de referencia.

Hija de un vendedor ambulante y jubilado, Carla Akotirene sufrió violencia sexual a los 13 y a los 15 años y ya trabajó como cordeira(persona que sostiene la cuerda para delimitar el espacio del trío eléctrico) y guardia de seguridad para el bloque Afro Ilê Aiyê en los años 90. Entre 1998 y 1999 estudió Patología Clínica en el Instituto Anísio Teixeira (IAT) e hizo el curso de Servicio Social de la Universidad Católica de Salvador (UCSAL), integrando el Pompa (Projeto Mentes e Portas Abertas -Projecto Mentes y Puertas Abiertas), del Instituto Steve Biko, a los 24 años, donde estudió junto a otros 21 jóvenes negros. Las clases se impartieron por nombres como: Joaquim Barbosa, Luiza Bairros, Luiz Alberto, Vilma Reis, Elias Sampaio, Matilde Ribeiro, Fernando Haddad, entre otros.

Bajo la dirección de Yalorixá Makota Valdina, a la edad de 25 años la investigadora heredó como inspiración el nombre de Makota Irene (Akotirene), una sacerdotisa que ayudó a los quilombolas durante la lucha abolicionista en Brasil.

Carla estuvo involucrada en los siguientes proyectos y acciones: Núcleo de estudiantes negras Matilde Ribeiro; Consejo de Desarrollo de la Comunidad Negra; coordinación de una campaña nacional contra el exterminio de la juventud negra; conferencias sobre igualdad racial, políticas para mujeres y jóvenes; investigación sobre violencia letal y mapeo de adolescentes y jóvenes que mueren en unidades de internación; y el proyecto Escola Plural, del Instituto Ceafro. En los últimos años fue profesora en una universidad federal, completó su maestría y creó Opará Saberes, para contribuir al ingreso de personas negras en los estudios de posgrado en las universidades públicas.

Este año, el 8 de febrero de 2020, regresó a la Senzala do Barro Preto como Carla Akotirene, homenajeada especial de la 41ª Noche de la Belleza Negra(Noite da Beleza Negra).

“No tenía ninguna intención de hoy ser una escritora, terminando un doctorado. No tenemos por qué ser culpables de asumir nuestro potencial. Vinimos aquí para crear grandes transformaciones ”, lo resalta.

Combatir el Racismo

Livia Maria Santana Vaz. Salvador Bahia. Foto divulgação

La fiscal del Ministerio Público de Bahia, Livia Maria Santana Vaz, también tiene una trayectoria que merece ser conocida. Ella es Licenciada en Comunicación Social – Relaciones Públicas, en la Universidad Estadual de Bahia (2005) y en Derecho en la Universidad Federal de Bahia (2003); Magíster en Derecho Público, en la Universidad Federal de Bahia (2006); estudiante de doctorado en Ciencias Jurídicas y Políticas en la Facultad de Derecho de la Universidad de Lisboa; y estudiante de doctorado en Derecho en la Universidad de Paris I – Sorbonne.

Ingresó en el MP bahiano en 2004, trabajó en las comarcas de Brejões, Macaúbas, Seabra e Itabuna hasta llegar a Salvador. En la capital, inició su actuación específica en el Ministerio Público de Lucha contra el Racismo y también comenzó a coordinar, en 2015, el Grupo de Acción Especial para la Protección de los Derechos Humanos y Combate a la Discriminación de la MPBA (GEDHDIS).

Livia Maria fue reconocida como una de las 100 Personas Más Influyentes de Descendencia Africana(MIPAD) del mundo, en la categoría de “grandes mentes jurídicas”, por su trabajo en la lucha contra el racismo y la intolerancia religiosa, en la edición de Ley y Justicia en apoyo al decenio Internacional de las Naciones Unidas para Afrodescendientes (2015-2024).

Mipad es una iniciativa que identifica a los grandes actores afrodescendientes con contribuciones positivas en todo el mundo. Los reconocimientos forman parte de la agenda del Decenio Internacional de las Naciones Unidas para los Afrodescendientes, que comenzó en 2015 y continuará presentando a esos liderazgos hasta el 2024.

Para ella es un gran honor formar parte de una lista como esa, lo que significa el reconocimiento al trabajo de enfrentamiento al racismo, de lucha contra la intolerancia religiosa y promoción de la igualdad racial con el MP.

“Ser una mujer negra en el sistema de justicia brasileña, en una sociedad estructuralmente racista como la nuestra, es ser una excepción que confirma la regla, la que constituye la exclusión de personas negras de los espacios de poder y decisión. Necesitamos naturalizar nuestra presencia en estos espacios de poder y convencer a las instituciones públicas y privadas de que es necesario centralizar la discusión sobre raza para que la democracia en nuestro país se haga realidad ”, lo señala.

La precursora en la valorización del cabello natural

Y a quien le guste una buena carcajada, fíjese en este nombre: Valdemira Telma de Jesus Sacramento, Negra Jhô. Nacida en Quilombo da Muribeca, distrito de São Francisco do Conde, ciudad ubicada a poco más de 70 km de Salvador, Negra Jhô tiene 54 años y es experta en el arte de trenzas, pañuelos y turbantes, y realiza su trabajo en una caserón. número cuatro de la Rua Frei Vicente (Calle), en Pelourinho.

Cambió el escenario del Centro Histórico cuando llegó allí a finales de los años 70, contribuyendo a la emancipación de la identidad negra, ya que también es precursora en la valorización del cabello natural.

“Las mujeres se sientan en mi silla y se levantan reinas”, resalta.

Hoy, su trabajo es referencia en cabellos afro, por lo que Negra Jhô es buscada por turistas, celebridades y bahianos. Ella también es bailarina, actriz, escritora y dirige el Instituto Kimundo, que busca mantener viva la Cultura Africana y preservar los valores étnicos, desarrollando actividades que valoren la autoestima de las mujeres de cualquier etnia, así como su fuerza, belleza, danza y libertad.

Negra Jhô enseña la valoración del color, del cabello, la belleza negra, a través del arte de la ornamentación del cabello (trenzas) y turbantes, además de promover talleres para niños y adolescentes, incluyendo alianzas con diversas instituciones como: escuelas; universidades comunidades quilombolas; Bloco Afro (Bloque) y Escuela Olodum; Filhos de Gandhy; Ilê Aye; Banda Didá; Hospital Irmã Dulce; Deam ((Delegacia de proteção à mulher – Comisaría de Protección de la Mujer); Proyecto Axé; Entre muchos otros.

Uno de los principales sueños de Negra Jhô es ver a su hijo, el rapero Afro Jhow, tener éxito en sus composiciones. Negra Jhô también promueve anualmente la famosa Feijoada da Negra Jhô, la que comienza con una procesión de un grupo de músicos y bailarines, en una celebración de los Orixás y entidades de manifestaciones de la cultura matriz africana. La “FeiJhôada” está compuesta por danza, desfile de estética afro y presentaciones musicales-culturales que mezclan samba, afro, pagode, semba, kuduro y axé. En 2003, fue considerada el símbolo del carnaval bahiano. En Rio de Janeiro, fue la escuela de samba Nenê de Vila Matilde la que le rindió homenaje.

Una potencia en el escenario y en el discurso

Larissa Luz. Salvador Bahia. Foto divulgação

¿Viste qué historia inspiradora? la de Larissa Luz de Jesus no es diferente. Cantante, compositora y actriz, la soteropolitana(de Salvador) es hija de un profesor de portugués y creció en un escenario compuesto por libros y música. Vivió en los barrios Nordeste de Amaralina y Rio Vermelho. A los diez años empezó a estudiar canto y teclado y, un poco más tarde, ingresó en un curso libre de guitarra en la Universidad Federal de Bahia (Ufba). Fue a partir de ahí que comenzó a actuar en los centros comerciales de la ciudad.

Larissa Luz participó en otros movimientos artísticos, como un concurso de diseño, y su pieza se dio a conocer en todo estado de Bahia. A lo largo de los años, mejoró sus conocimientos en el área de la música y del teatro, dejando atrás el diseño. Cantó en bares de Salvador, como Pedra da Sereia, y luego en las bandas Lucy in the Sky, Egrégoras y en el grupo Interart, un grupo de baile, a través del cual realizó varias presentaciones en barcos.

En 2007, se convirtió en vocalista de la banda Araketu tras la salida de Tatau. Sin embargo, ella dejó la banda en 2012, cuando el antiguo vocalista volvió a formar parte del grupo.

“Fue un gran desafío, pero me encantó, porque pude aprender muchas cosas, conocer a mucha gente que nunca imaginé, así que estoy agradecida por haber vivido esa experiencia”, explica.

Actualmente, el artista vive entre Rio y São Paulo y se identifica con los movimientos estéticos afrofuturismo y afro-punk, y utiliza su arte para rescatar sus raíces y luchar por la representatividad negra, a lo que nombra “música bahiana, futurista y ancestral”.

Fue nominada al Grammy Latino de 2016 en la categoría de “Mejor Álbum Pop Contemporáneo en Lengua Portuguesa” por el álbum “Território Conquistado”. En 2018 interpretó a Elza Soares en la obra musical “Elza”. En el papel de Elza, la cantante recuerda el rescate de sus orígenes y habla sobre el proceso de conexión con sus propios ciclos: “Desde mi mirada una mujer fuerte es aquella que mira a las mujeres que la rodean y toma cada una de su mano”. Lo destaca. En 2019 fue intérprete oficial de São Clemente, donde formó trío con Bruno Ribas y Leozinho Nunes.

Conocimientos ancestrales

Para concluir, te presentamos a una de las grandes maestras de griôs del país, una práctica basada en la tradición oral para la transmisión de conocimientos culturales. Nanci de Souza Silva, la Ebomi Cici de Oxalá, o simplemente la abuela Cici, comenzó a descubrir ese don de contar historias a los 21 años, cuando su madre tuvo dos hijos más y se vio obligada a cuidar a sus dos hermanos, contando cuentos antes de dormir.

“Aprendí mucho escuchando y contando. Con el tiempo fui a estudiar, trabajar y leer cada vez más. Después de mi iniciación en el Candomblé, conocí tradiciones, las cuales se pasan mientras estamos vivos, y cada quien cuenta a su manera una explicación de la vida”, dice

Desde entonces, ante los que se detienen a escucharte, no solo cuenta las historias, sino también explica las lenguas, la tradición, la música, todo lo que sabes sobre la matriz afrobrasileña.

En el Espacio Cultural Pierre Verger, Vovó Cici(Abuelita) trabaja con niños de alto riesgo y con investigadores de la cultura afrobrasileña. Ya se presentó en varias ciudades brasileñas y también fuera del país, como Cuba, Francia y Estados Unidos, con su narración de cuentos. Trabajó durante mucho tiempo con el fotógrafo Pierre Verger, realizando subtítulos para 11.000 fotografías vinculadas a la cultura afrobrasileña y a Benin, Togo, Ghana, Nigeria y África del Norte.

A los 81 años, con una gran disposición de aprender y enseñar, la Vovó Cici(Abuela) lamenta la pandemia, ya que no puede más viajar para realizar su encantadora obra.

“Los que se preocupan por eso de descansar son vosotros que son jóvenes. Voy a descansar cuando me muera ”, bromea.

Con toda su sabiduría y dulzura, Egbomi, Vovó Cici (abuelita), nos enseña que, aunque con los desafíos impuestos por la edad, todavía es posible ser fuentes vivas de conexión con nuestra ancestralidad.

Cristiele França
Periodista

Sobre la colaboradora: Cristiele França es Ekedji de Ilê Asé Oya Mesi. Periodista, realiza el programa Mojubá del Grupo Metrópole y es asesora de prensa del Departamento Municipal de Educación. Conoce su canal en YouTube en este enlace.

Notas:

BARBOSA, Silvia Maria Silva. O poder de Zeferina no Quilombo do Urubu: uma reconstrução histórica político-social ( El poder de Zeferina en el Quilombo do Urubu: una reconstrucción histórico-político-social). Nuevas ediciones académicas. 2015.

Luana Soares – Historiadora y estudiante de Maestría en Educación y Contemporaneidad en UNEB (Universidad Estadual de Bahia). Militante feminista y antirracista, forma parte de la Marcha Mundial de las Mujeres. Actualmente, forma parte del Equipo de Coordinación de Políticas para Pueblos y Comunidades Tradicionales, órgano del Gobierno del Estado de Bahia.

Sitios:

https://revistatrip.uol.com.br/tpm/larissa-luz-relembra-o-resgate-de-suas-origens-conexao-com-os-proprios-ciclos-buscofemfacebook.com/guianegro
https://www.revistacontinente.com.br/edicoes/225/ebomi-cici–humildade–sabedoria-e-docura

A força expressiva de Negra Jhô