12 lugares para ver la fabulosa puesta del sol de Salvador

1 horas - 2 horas
Roteiros
Pôr do sol na Praça Castro Alves. Salvador Bahia.
Praia São Tomé De Paripe Salvador Bahia. Foto: Amanda Oliveira .
Igreja do Santíssimo Sacramento do Passo. Santo Antônio Além do Carmo. Salvador, Bahia. Foto: Amanda Oliveira.
Palácio Rio Branco. Centro Histórico, Salvador, Bahia. Foto: Amanda Oliveira .
Palácio Rio Branco. Centro Histórico, Salvador, Bahia. Foto: Amanda Oliveira .

Desde los clásicos, reservados e incluso inusuales. Ven con nosotros para disfrutar del cambio de color del cielo

Aprovecha la lista para seguir soñando … y hacer planes para experimentar y sentir intensamente Salvador

Pôr do Sol. Barra. Salvador Bahia Foto Amanda Oliveira.

El sol sale y se pone en cualquier rincón del mundo. Pero aceptemos que hay lugares que son más favorecidos por la naturaleza. Rodeada de agua, Salvador siempre reserva un espectáculo en cada puesta del sol. Es que, además de la exuberancia de la Bahía de Todos los Santos, la ciudad tiene una gran litoral orientado hacia el oeste – el lado donde el sol desaparece en el horizonte.

Puedes pasar una semana caminando en la capital bahiana y contemplando una puesta del sol cada día, desde diferentes ángulos, que no te cansarás. Algunos lugares son clásicos, otros más reservados y algunos incluso llegan a ser inusuales. Algunos con un aire más romántico, otros son ideales para un momento de reflexión solo o también una reunión con amigos.

Incluso donde el sol se pone a esa hora del día, como en el barrio de Itapuã, la silueta de la ciudad es encantadora para disfrutarla en un vigorizante baño de mar. Entérate aquí en Visit Salvador da Bahia algunas sugerencias de recorridos imperdibles en esta fascinante ciudad.

Para este recorrido virtual, a través de fotos y textos, te sugerimos que actives el sonido y escuches un álbum que armonice perfectamente con cualquiera de nuestros consejos: Solo in Tokio, de Moreno Veloso. Tiene rasgo de una puesta del sol a la orilla del mar. Incluso puedes sentir el olor de la brisa. Y para el día en que puedas disfrutar de la calle nuevamente, intenta seguir esta lista de sugerencias, una por una. Haz un buen intinerario por Salvador escuchando esta playlist y elige tu puesta del sol favorita para terminar el día.

Te preparamos una lista de las músicas perfectas para esta experiencia. ¡Escúchala ahora!

1. ¡Aplaudir al astro rey en Farol da Barra¡

¡Venir a Salvador y no ver la puesta del sol en Farol da Barra es como venir a Salvador y no comer acarajé! ¡Imposible!. Parafraseando a los Nuevos Bahianos(Novos Baianos), cuando se pone el sol, el faro viene a iluminar las aguas de Bahia. ¡Es hermoso! Y puedes asistir a ese fin de tarde en el mar que te rodea – dentro de un pequeño bote o tomando un buen baño en aquellas aguas tranquilas – o sentarte en la hierba alrededor del Faro, desde donde la gente aplaude al astro rey. Lo más probable es que te encuentres con un ambiente muy diverso, donde hay desde parejas enamoradas a grupos de amigos que tocan la guitarra.

Otra excelente opción es subir a la torre del Forte Santo Antônio da Barra(Fuerte). Farol da Barra alberga el Museo Náutico de Bahia, donde hay un acervo histórico compuesto por objetos de diferentes épocas. Desde arriba, se puede ver toda la extensión de la playa de Barra. De Cristo a Porto. ¡Es un recorrido imperdible!

2. Dentro del bote, regresando de un día de paseo en las islas

Ni hace falta salir de Salvador para ir a una isla. Descubre las islas de Maré y Frades, las que tienen hermosas playas para disfrutar del día. Se puede ir en bote pequeño, goleta o lancha que salen de São Thomé de Paripe (Suburbio Ferroviario), del Terminal de Turismo Náutico de Bahia (en Comércio) o Bahia Marina (Av. Contorno). Paseos para todos los gustos y presupuestos.

La sugerencia es tratar de regresar del recorrido al final de la tarde para disfrutar de la puesta del sol en el mar de la Bahía de Todos los Santos. El sol luce tan próximo que la sensación que se tiene es que es posible tocarlo. El agua se pone dorada y cálida. Si eliges un bote pequeño, también puedes pedirle al marinero que te deje bucear mientras disfruta del atardecer. Los pensamientos vuelan lejos en ese escenario. Es un recorrido que vale mucho todo el viaje a Salvador.

3. Terraza de Glauber

El Cine Metha es un encanto. Apodado cariñosamente Glauber Rocha, está ubicado en frente a la Plaza Castro Alves y a la maravillosa Bahía de Todos los Santos. Junto con el Teatro Gregório de Mattos y el Espaço Cultural da Barroquinha – que están allí pegaditos – forman una verdadera “zona cultural”, además de tener al lado, también, la Rua do Couro(Calle), con bolsos, ropas, sombreros, zapatos y sandalias, símbolos de la producción artesanal nordestina(de nordeste).

Si la ubicación ya es excelente, su arquitectura con grandes ventanas de vidrio brinda una amplia vista de la Bahía y de los edificios históricos en el Centro de Salvador. Además de las salas de cine y la palomita de maíz calentita, hay una cafetería, una librería (LDM) y un restaurante (La Pasta Gialla Glauber Rocha). Y si la guinda del pastel está en la parte superior, sube a la terraza y sorpréndete.

Con la puesta de sol más hermosa en la tierra de todos los santos, desde la terraza se tiene la percepción perfecta de la conexión entre lo urbano y la naturaleza: se puede ver el emblemático Edificio Sulacap (parada final de los carnavales del Circuito de Campo Grande); el Hotel Fasano (edificio emblemático de la década de 1930); Palácio dos Esportes (Deportes)(donde se encontraba el legendario Teatro São João), entre muchos otros. Por otro lado, aquel precioso mar frente a ti, un horizonte infinito y embarcaciones para componer el visual.

FASANO Salvador

Basta con ir una sola vez para enamorarte. Aunque no haya una estructura con sillas, vale la pena el paseo. Y además hay: cuando termine todo esto, ponte atento y echa un vistazo también a la programación cultural.Ya ha tenido lugar eventos realmente maravillosos con gente linda y mucha música buena, así que llegas para la puesta del sol y ya te quedas para la juerga nocturna.

Servicio
Dirección: Praça Castro Alves, s/n – Centro. Horario de funcionamiento: de las 12:30h a las 21h, todos los días. Teléfono: (71) 3011-4706. Entrada gratuita.

4. En pleno Pelourinho

¿Qué tal tomar una copa o un café contemplando la puesta del sol después de un día entero paseando por Pelourinho? El Hotel Casa do Amarelindo se encuentra en una de aquellas casas de colores, cerca de la Heladería A Cubana, cerca de la Fundación Casa de Jorge Amado.

Desde arriba, con una vista panorámica del Puerto de Salvador, se puede sentar cómodamente, escuchando música ambiental e incluso elegir comidas y bebidas del restaurante del hotel. En una mansión colonial del siglo XIX, frente a la Bahía de Todos los Santos, puedes poner a prueba tus conocimientos y tratar de adivinar los edificios que forman un collage arquitectónico en el horizonte. Solo para despertar curiosidad: desde allí se puede ver la playa de Boa Viagem y la iglesia de Bonfim.

5. ¡Desde el mar o desde el mirador!

¡Vila Brandão tiene una vista impresionante! Fundada por un pescador, la comunidad conserva, hasta hoy, la simplicidad y la receptividad de sus residentes. Toda su pequeña extensión está abrazada por la Bahía de Todos los Santos, lo que hace que la puesta del sol sea aún más especial.

Si te apetece un poco más de aventura, puedes nadar hasta el “mirador flotante” de la villa. En un pequeño tramo de hormigón, sin paredes y con una baja altura sobre el agua, es posible ver el sol tocando el mar al atardecer. Estar en la misma perspectiva del horizonte hace que la puesta de sol sea aún más encantadora. ¡Ah, también puedes llegar en barco!

Quien llega por Mirante Wildberger(Mirador), que está detrás de la Iglesia de Vitória, puedes bajar las escaleras y ver la puesta del sol desde la comunidad. Otra opción es quedarte allá arriba mismo, en el mirador. La vista alcanza las islas de Itaparica, Frades y Maré, además de haber un árbol fabuloso, creando el escenario perfecto para tus fotos.

6. Iglesia del Santíssimo Sacramento do Passo

Famosa por la película O Pagador de Promessas(El Pagador de Promesas), de Dias Gomes, la Iglesia del Santíssimo Sacramento do Passo se encuentra en Carmo. Es allí donde sugerimos una puesta del sol no convencional. Bendecido. ¿Y sabías que puedes subir a la torre y ver una buena parte del Centro Histórico de allí?

En el proceso de mejorar esta iglesia bisecular, la visita a la torre donde se encuentran las campanas del edificio también ha sido abierta al público. Desde allí, tienes una amplia vista del Centro Histórico de Salvador. La vista alcanza, entre muchas otras cosas, el Elevador Lacerda, Largo Terreiro de Jesus, la Fundación Jorge Amado, la Iglesia Nossa Senhora Rosários dos Pretos, una gran parte de las iglesias en Baixa dos Sapateiros, Carmo, Boqueirão y Santo Antônio, además de de una amplia vista en la Bahía de Todos los Santos.

7. Puesta del sol y un heladito de seriguela, ¿qué te parece?

Con una extensa franja de arena, Praia da Penha(Playa), en Cidade Baixa, reserva una gran sorpresa al atardecer. En ese pequeño tramo de la playa de Ribeira, frente a la Iglesia de Penha, se esconde uno de los espectáculos más bellos de la ciudad.

El agua tranquila es el refugio perfecto para el poso del sol. A su alrededor, los almendros dan un aire romántico que atrae a las parejas a los bancos de madera estratégicamente ubicados frente al mar.

No es un lugar muy explorado por los turistas, pero es bastante frecuentado por quienes viven en esa zona. Eso lo hace aún más interesante, porque puedes sentir el pulso de la ciudad para los que viven allí. Incluso vale la pena pasar una tarde entera por allá.

A menos de un kilómetro de distancia, hay heladerías famosas, como el helado de Ribeira y el Museo del Helado(Museu do Sorvete), además de varios restaurantes, donde sirven comidas típicas en abundancia y a un buen precio.

8. Casa de Iemanjá, Rio Vermelho.

Un fin de tarde que permite una fuerte conexión con la religiosidad tan característica de Salvador. Ver la puesta del sol en la ensenada de Santana, en Rio Vermelho, es así. Famosa por la Fiesta de Iemanjá, que tiene lugar cada 2 de febrero, y también por su vida nocturna, todo resulta bueno y alegre tan pronto te sientas en ese parapeto frente al mar.

Casa de Iemanjá, al lado izquierdo de la playa, es una excelente opción. Siempre está abierta para que los visitantes puedan disfrutar del altar en honor al orixá, encender una vela y rezar. Hay quienes prefieren disfrutar de la puesta del sol, pisando la arena y sentarse con los pies bañados por el mar, o aquellos que se aventuran a subir en las rocas para contemplar el fin del día en los hermosos reflejos que se forman en pequeños charcos de agua.

Los clásicos de los clásicos

9. Ponta de Humaitá

Conoces el cliché que siempre puede ser diferente? Es la puesta del sol en Ponta de Humaitá. Su atardecer tiene fama internacional y es también una postal de la ciudad. Ubicado en una de las extremidades de la Península de Itapagipe, teniendo las islas de Itaparica, Frades y Maré al fondo, el lugar tiene la gran ventaja de ser uno de los puntos de Salvador que se adentra más en la Bahia de Todos los Santos.

Es allí también que está el único faro que se encuentra dentro de la Bahía: el Farol de Humaitá (Faro). El mar abraza al sol en un espectáculo precioso. Y para contemplar tal belleza, vale la pena más de una visita. O incluso un recorrido por los alrededores, a lo largo del atardecer. Detrás del Forte Humaitá(Fuerte), que está sobre la punta, se puede sentar en pequeños bancos de hormigón moldeados justo para disfrutar de la vista. Es impagable también sentarse en las rocas que se encuentran en la cala y entrar, un poco más, en el mar de la Bahía de Todos los Santos. Es uno de los lugares más famosos y hace justicia al puesto.

10. Elevador Lacerda (Ascensor)

Aquí está la primera sugerencia: no veas la puesta del sol desde el interior del ascensor. No es panorámico. ¡Sí, hay mucha gente que todavía piensa que lo es! Bromas aparte, la vista desde arriba, sin embargo, de la Plaza Municipal, supera cualquier expectativa. Es la Salvador que se imagina en cualquier libro de Jorge Amado.

Desde allí es posible distinguir el contraste entre la euforia de Pelourinho y la tranquilidad que nos brinda la vista del mar de la la Bahía de Todos los Santos. Lado izquierdo o derecho del monumento. Cualquier dirección merece una visita pausada, observando cada detalle de las embarcaciones que dan vida al mar, la arquitectura del Mercado Modelo, el Forte de São Marcelo(Fuerte), el reflejo de la puesta del sol en la estructura espejada del Ascensor. Las personas que se mueven de lado a otro le dan un encanto especial al atardecer. Es Salvador en su forma más poética.

11. Porto da Barra

El mar tranquilo de Porto da Barra es una invitación irrecusable para ver, desde dentro, la puesta del sol. La playa puede estar llena, como en la mayoría de los casos, con un sonoro aplauso que ya es tradición al atardecer. Pero, dentro del mar, es como si todo y todos se callaran. El día se va marchando en el contorno de las embarcaciones que están ancladas allí. Es el baño de mar que a menudo hace falta para restaurar las energías. Es salar el alma con gran estilo.

Y se equivoca quien piensa que al anochecer, la playa pierde su magia. Vale la pena estirar un poco más la caminata y disfrutar del agua cálida y transparente que, aunque de noche, permite verse incluso los pies.

12. Baño de mar o buena música … o los dos

El atardecer en el patio del Museu de Arte Moderna da Bahia (MAM) (Museo de Arte Moderno de Bahía), en Solar do unhão, es un clásico de Salvador. Rodeado por el mar, el MAM está ubicado entre dos playas: la playa “das pedrinhas” (de las piedritas), bajando a la Comunidad Solar do Unhão, y la prainha do MAM(playita) (dentro del Parque de Esculturas del Museo). El lugar está uno al lado del otro, pero cada uno tiene su encanto.

El patio en Solar do Unhão es tranquilo durante la semana. Hay clases de yoga en la mañana y podrás ver una hermosa puesta del sol, respirando cultura, disfrutando del son de las olas del mar golpeando el parapeto de hormigón donde te puedes sentar. Los sábados, el silencio abre espacio para el bullicio y entusiasmo del JAM en MAM. Hace años, ese día, la noche ha cobrado vida con el sonido del jazz, siendo compartida por cientos de personas.

Pero aquellos que les gusta estar con sus pies en el agua, pueden bajar las escaleras de la parte superior del museo, en el lado derecho e ir a Prainha do MAM(Payita). Con una pequeña franja de arena, la cala tiene aguas cristalinas y una puesta del sol que deja el mar dorado y tranquilo. En el lado izquierdo, la playa Solar do Unhão está toda hecha de pedrerías. Para accederla, es necesario ingresar un poco a la comunidad de Gamboa de Baixo y bajar una escalera.

Los lunes, cuando el museo está cerrado, el mirador en la entrada del espacio ocupa cobra el protagonismo para los que van a ver la puesta del sol allí. Desde arriba, se puede ver el sol poniéndose enmarcado por un portal de hierro firmado por el artista Carybé, hecho poco antes de su muerte.

Por Paula Outerelo
Periodista

Acerca de nuestra colaboradora: Paula Outerelo es bahiana, periodista y enamorada de Salvador. Le encanta la luz y el mar y le gusta pasar la tarde viendo el sol sumergirse en las playas de Salvador. Ella es una de esas personas que ofrece flores a Yemanjá, ata las cintas en la Iglesia de Bonfim y, cuando no está trabajando, puede ser encontrada fácilmente en las fiestas de Largo de la ciudad.