Historia y Cultura
¡Dónde los dulces finos son las estrellas! Entremets, macarons, tortas, bombones especiales y mucho más
Una vitrina exhibidora bien compuesta que, de tan sofisticada y colorida, parece lucir joyas. En la Confitería Thiago Sá los bombones especiales, macarons, pasteles, brigadeiros(dulce típico brasileño) y otros dulces son las estrellas del menú, además de los lindos – y de moda – entremets, tartaletas heredados de la cocina francesa.
La estética de los dulces llama la atención. Thiago Sá se enamoró del “arte culinario”, justo el área de la gastronomía de platos calientes especializada en la excelencia, con platos más diseñados y elaborados. Thiago es amante de las técnicas de cada plato. No tardó en darse cuenta de que su pasión era la confitería.
Esa historia comenzó en 2016 con un cambio radical. Thiago Sá trabajaba en el área de la construcción civil hasta que dejó todo e invirtió en la gastronomía, su gran pasión. Fue en un curso en Senac que empezó su carrera. Después, decidió ir a São Paulo, donde estudió con el chef Diego Lozano, hasta que logró una plaza de pasante por cuatro meses en España con el galardonado Jordi Bordas.
De regreso a Salvador, la intención inicial era dar clase de confitería, pero fue incentivado por su familia a seguir su corazón y hacer lo que realmente le encanta, y así abrió la confitería que lleva su nombre. El punto comercial acaba de completar un año en mayo de 2019. Actualmente, el local también hace eventos, recibe celebraciones de cumpleaños, despedida de soltera, además de desarrollar dulces exclusivos, por encargo.
Entre las sugerencias del chef están: Confitería Thiago Sá – biscuit de chocolate, crujiente de avellana y almendra, cremoso de chocolate y un mousse de chocolate. ¡Una explosión de chocolate! Pero créelo, es ligero y no es muy dulce. El cheesecake tiene una mezcla de sabores, con un cremoso de fresa y crujiente de biscuit. También hay el Tropical, un biscuit de coco, crujiente de avellana y almendra, cremoso de mango y maracuyá y un mousse de coco. Además de la estética, el tamaño de cada unidad también fue pensado para que la gente no coma solamente uno y pueda así conocer diferentes sabores.
La cocina está prácticamente abierta, con una pared de cristal. Eso para que los amantes de la gastronomía puedan ver el proceso hasta que sea servido, lo que le agregó encanto a la decoración, con un pasador de platos enfrente al salón. La finalización de los pasteles, por ejemplo, ocurre justo frente a esta “ventana”, para que se le haga a uno la boca agua antes de ir a la vitrina.
“Así me siento más cerca de mis clientes, porque me gusta escuchar su opinión, e incluso voy a las mesas, y les pregunto lo que les gusta. Tengo clientes cautivos, que al menos una vez por semana están aquí”, lo explica Thiago.
Siempre hay novedades, principalmente los domingos, día llamado por él de “día libre” para creaciones que muchas veces no se repiten. Hay “salgadinhos”(tipo aperitivos salados ) en el menú. Vale probar la “coxinha”(tipo croqueta) hecha con masa de camarón y relleno de cangrejo, empanada con panko, exclusividad de la casa. Otra es la coxinha de carne seca con plátano, empanada en tapioca. La soda italiana también es una buena opción, así como el café.
Legenda (subtítulo)1 – Entremets, tartaletas heredadas de la cocina francesa que están de moda.
Legenda (subtítulo) 2 – Crema de dulce de leche, bicuit de castaña de cajú, una crema de chocolate, mousse de dulce de leche y glaseado de dulce de leche.
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